Hay
noches en las que me asaltan muchas dudas. Noches en las cuales intento
encontrarle un sentido a lo que nos sucede y hoy no puedo evitar preguntarme,
¿cuántas veces nos enamoramos verdaderamente?
Tal
vez no exista un número definitivo. Una, dos, tres, ¿veinte veces? Quizás nunca
lleguemos a hacerlo, pero lo que sí debe importarnos es saber que algún día
seremos capaces de entregar nuestro corazón.
A
lo largo de la vida, podemos toparnos con varios tipos de amores. Los de una
noche, los que arruinan, los que nos hacen volar y los que duran el tiempo
adecuado. ¿Acaso debemos etiquetar a cada uno de ellos? Este fue verdadero,
este no… el otro quizás.
¿Cómo
sabemos el momento exacto en el que el amor se convierte en verdadero? Y, si
eso llegase a suceder, ¿nos daremos cuenta a tiempo?
En
ocasiones, el amor se desvela cuando ya no está a nuestro alcance. Nos damos
cuenta de que era la persona indicada cuando se ha ido. Entonces no puedo
evitar cuestionarme: ¿a qué jugamos en la vida?, ¿por qué no valoramos lo que
tenemos a tiempo?
Como
todos sabemos, hay preguntas cuyas respuestas siempre serán un misterio para
nosotros. ¿Cuántas veces somos capaces de amar? No lo sabemos. Es posible que
nunca lo sepamos. Lo cierto, es que en el corazón siempre hay espacio para
nuevas oportunidades, y un huequito donde se guardan a las personas especiales.