Ese momento en el que tienes claro lo que quieres, pero no sabes si sea lo correcto ir por ello.
Es como tomar una gran decisión de vida: exponerte o quedarte en la sombra, esperando que suceda el milagro.
Esa maldita sensación de que si lo intentas un poco más lo lograrás, pero llega otra caída y dudas… sí, crees que no serás suficiente.
Pero te levantas y continúas. Olvidas los obstáculos, el límite eres tú.
Y comienzas a ver señales en todas partes, casi como gritándote: ¡tú puedes!
Entonces, sólo entonces, sales de tu escondite y enfrentas los rayos del Sol. Esperando así alcanzar tu sueño.
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