domingo, 3 de abril de 2011

La mente de un hombre



La mente de un hombre.
Wow.
Incluso la frase parece complicada.
Y es que nadie sabe qué sucede allá adentro... a veces, ni ellos mismos.
Simplemente, no hay que buscar entenderlos, sino amarlos tal cual son.

Y estoy escribiendo acerca de este tema porque me he dado cuenta de que no es cierto eso de que son básicos y que sólo aman el trío senos-cerveza-pizza.
Créeme, van más allá.
Por supuesto, esas tres cosas los vuelven locos, pero no se conforman con eso.

También he notado, después de haber conocido a tantos hombres en mi vida, que todos, absolutamente todos, son diferentes y tienen técnicas y maneras de reaccionar ante las situaciones muy distintas.
Eso sí, no le pidas un consejo a un chico acerca de otro de su especie porque automáticamente pensará que ven las cosas de igual forma y eso es falso. Cada persona en esta vida es única, de eso no tengas dudas.

Pero sí, lo normal es generalizar. De igual modo, yo no lo aplico. Uno puede ser cobarde y salir corriendo sin avisar y otro puede darte la cara y decir adiós. Así como unos dan ese primer paso y otros se quedan congelados.

Yo, particularmente, me dejo llevar mucho por el lenguaje corporal porque si algo es cierto es que no te dirá todo lo que sienten. Y eso, incluso, es un cliché. A los hombres sinceros hay que clonarlos.

Siempre he pensado (o querido pensar) que todos (hombres y mujeres) vemos el mundo igual y todo eso de las diferencias es un invento para que las relaciones sean más complicadas, y por ende, más interesantes.

No me gustaría saber qué hay en la mente de un hombre. Descubrirlo cada día, en cambio, me emociona.

Y así como no sé por qué nos soportan a nosotras las mujeres, tampoco quiero saber cómo es que los aguantamos a ellos.

Supongo que su sexy mirada, la fuerza de sus manos y sus deliciosos besos lo valen.

That's all.



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