Las relaciones de pareja son un completo azar. Pero para que puedan sobrevivir hace falta que ambas personalidades sean compatibles. Pero no, no se trata sólo de ser compatibles en cuanto a gustos y puntos de vistas, sino también en los valores y la manera de llevar la vida.
¿Cuántas veces no ha escuchado la frase “no tienes moral para reclamarme esto”? Pero muchos no saben exactamente de qué se habla cuando decimos la palabra “moral”. No son más que valores y creencias que guían a la persona a hacer el bien y su objetivo material es la conducta humana.
Entonces, si aplicamos esto a la vida en pareja, se trataría de tener una conducta correcta, que no afecte su relación y que, por supuesto, no lo afecte a usted directamente. Uno de los factores que afecta seriamente la compatibilidad en los noviazgos son los asuntos morales.
La moralidad busca perfeccionar a las personas, que a través de sus conductas hagan el bien en la sociedad. Si dos seres tienen puntos de vistas distintos en este campo, será muy difícil su convivencia. Pero es algo subjetivo. Por ejemplo, algunas acciones pueden estar mal para alguien, pero para otro no.
Si la pareja miente, es violenta, no hace más que hacer sentir mal al otro, entonces está siendo inmoral, llevando el mal, está haciendo daño y es importante entonces decidir si eso es lo que se quiere porque el amor y la atracción entonces no serían suficientes si el noviazgo empieza a herir a los integrantes.
Y si este tipo de situaciones suceden en el matrimonio, sería aún peor porque se estaría llevando una relación tormentosa que puede afectar el rendimiento personal, laboral y hasta la salud de las personas. Y si se tienen hijos, podrían provocarles problemas psicológicos.
Pero todo esto es una cuestión de educación. Una educación que comienza en el hogar, desde pequeños. Una familia en armonía siempre va a ser un ejemplo bueno, que hará crecer a las personas con una moral sólida, con valores inculcados.
La formación moral de los jóvenes no sólo los ayudará a desenvolverse mejor en sus relaciones personales, sino también en el campo laboral y en la sociedad, donde hoy en día es tan necesario que todos esos valores sean rescatados.
La moral en pareja es, pues, buenos hábitos que vienen de la familia, que ayudarán a que, a través de la compatibilidad, ambos hagan el bien, no sólo uno al otro, sino también educando correctamente a sus hijos, logrando de esta manera mejorar la sociedad.
Como dice el escritor francés Pascal: “La moral es la ciencia por excelencia; es el arte de vivir bien y de ser dichoso”.
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