sábado, 29 de octubre de 2011

Belleza no es sinónimo de felicidad

         La típica pregunta: ¿por qué tan guap@ y sol@? Sí, creo que muchos la hemos escuchado o la hemos pronunciado alguna vez en la vida. Es cliché fastidiosa y, encima, errada.
         ¿Por qué? Porque la belleza física nunca ha asegurado la felicidad. Hay quienes podrían llevarse los premios de las personas más guapas en el Universo entero, pero sus corazones están vacíos o no son capaces de entablar una buena conversación.
         O simplemente esa persona puede ser tremendamente interesante pero no ser muy agraciado físicamente. Y si de suerte posee ambas cualidades: tiene preferenciales sexuales distintas a las tuyas, está comprometid@ o sencillamente no es real.
         Por supuesto, el físico siempre representa una parte importante. Es lo que principalmente te atrae de esa persona, es lo que llama la atención y siempre he opinado que si estás con alguien, es porque te atrae, así sea la persona más fea: para ti es guap@ y eso es lo que importa.
         Pero no lo es todo. Como dice una frase por ahí: “el físico atrae, la personalidad enamora”. Entonces, cultiva más tu espíritu, mejora tu personalidad y cuida de tu físico, sí, pero no hagas de él un templo, cuando lo realmente importante son otras cualidades.
         Como siempre les he dicho: belleza no es sinónimo de felicidad.
Peace.

         

martes, 11 de octubre de 2011

Respeta mis gustos y respetaré tus opiniones

        En nuestra sociedad existe un grave problema de aceptación. Todos son juzgados por sus gustos, decisiones y maneras de vivir. La tolerancia parece haber desaparecido junto con los valores. Pero, ¿por qué no hay respeto?
         El respeto es considerado como la base donde se sustentan la ética y la moral. Y para poder hablar respecto a él se debe tomar en cuenta las áreas dónde no se aplica, donde es necesario que esté presente.
         Comprender y aceptar a los demás es respeto. Muchas veces hemos visto cómo las personas son juzgadas, sin saber siquiera las razones por las cuales toman un determinado camino. Pongamos como ejemplo la homosexualidad, un tema tan hablado y tan mal tomado en la actualidad, a pesar de que poco a poco ha sido más aceptado.
         ¿Por qué tienen que faltarle el respeto a alguien que ama a una persona de su mismo género? ¿Acaso para ellos no existe el amor? ¿Es pecado que eso suceda? Pecado sería reprimirse. Pero el problema no es que sean homosexuales, el rollo es que la gente no lo acepta, por lo tanto, hay una falta de respeto.
         Si todos llegasen a comprender que es una condición con la cual se nace, que todos tienen el derecho de decidir cómo y con quién compartir su vida, entonces todo sería muy distinto. Respetar es dejar ser libre al otro, aceptarlo tal cual es.  
         No se debe ofender a quien es un alma libre por el simple hecho de que todos lo somos. Que un hombre o una mujer hayan decidido algo distinto a lo que decidiste tú, no significa que eso te dé derecho a tratarlo como un ser inferior o enfermo.
         Todos los sentimientos deben ser respetados. Los moralistas hablarán y dirán que está mal actuar de manera distinta a lo establecido por la sociedad, pero entonces ellos también estarían faltando pues está mal no respetar al prójimo.
         No se trata de que si no te gusta determinada cosa deba agradarte para que entonces seas considerado como un ser respetuoso. Basta con que te limites a aceptar que cada quien decide su camino, cada quien es libre. De eso se trata el respeto que tanta falta hace hoy en día.
         El filósofo francés Rousseau tiene mucha razón cuando dice: “Siempre es más valioso tener el respeto que la admiración de las personas”. Pongamos, pues, esto en práctica y respetemos para poder ser respetados.

domingo, 9 de octubre de 2011

Unidos aún en la distancia

         Siempre me ha gustado escribir acerca del amor a distancia. Pero esta vez les comentaré algo que me parece importante y que una persona me hizo entender hace poco.
         Él me preguntaba cómo era que yo estaba enamorada de alguien a quien no había visto y que el dolor al terminar sería distinto porque al final yo nunca estuve con esa persona.
         Mi respuesta fue muy directa: él no estaba… pero estaba. Me explico: una persona puede estar a miles de kilómetros de ti, pero aún así tú puedes tenerla cerca.
         Esa persona te hace reír, te apoya, te lee, te aconseja, te regaña, comparte contigo, l@ piensas, te hace regalos que valen más que algo físico, y te hace amar su personalidad, no su cuerpo. Es así como los individuos llegan a conocerse realmente, por su manera de expresarse.
         En pocas palabras: esa persona, en la distancia, está a tu lado. ¿Por qué? Simple: puedes estar rodeada de gente pero no sentir el apoyo que sientes de quien está detrás de ese monitor.
         De todos modos, aunque no puedas tocarl@, tus sonrisas son para él/ella, tus suspiros, tus pensamientos y cada cosa que haces, la compartes con tu amorcito, contándoselo y haciendo planes que en un determinado momento realizarán y serán aún más emocionantes pues extrañarl@ lo hará todo más emotivo.
         Así que, para concluir sólo puedo decir: aunque esté en la distancia, puedo estar muy cerca de ti. Hay quienes están muy cerca pero se sienten demasiado lejos.