Esto
no es habitual en mí, pero siento que necesito escribir al respecto. Nunca he
sido una persona que demuestre mucho sus sentimientos, ni me nace ser cariñosa
con todo el mundo, pero hace algún tiempo lo vengo practicando, porque me
gustaría ser distinta, ser mejor.
Me gustaría poder abrazar sin miedos a
no recibir un apretón de vuelta. Me gustaría decir un te quiero y recibir una
respuesta genuina. Amaría poder decirle a todos mis seres queridos que los amo,
y darle un beso en la mejilla sólo porque me nace hacerlo.
Sin embargo, crecí en una familia donde
ese tipo de gestos no es frecuente y, como todo ser humano que busca a un
culpable en otros, yo se lo echo a mi crianza. Pero siento necesidad de
cambiarlo.
Cuando conozco a alguien nuevo, intento
ser lo más cálida posible, sonreír mucho, como a menudo lo hago y expresar todo
lo que siento. Abrazarle, tomarle de la mano, y cualquier gesto de cariño que
me permita.
Pero cuando no recibo confianza y
cariño de vuelta, me bloqueo y me siento muy incómoda, porque siento que lo
hago mal… cuando en realidad no tiene nada de malo.
Y todo esto que les estoy contando es
sólo para que se den una idea de por qué quiero pedirles este favor antes de
que termine el año. Es normal que en estas fechas todos seamos amorosos,
abracemos a las personas, les deseemos lo mejor. Algunos por hipocresía, otros
por verdadero cariño.
Lo que realmente quiero pedirles no es
que lo hagan por estos días, sino que tomen las 365 oportunidades que nos trae
este 2013 para darles cariño y amor a todos los que nos rodean.
Chicos, estamos en este mundo hoy, pero
no sabemos si estaremos aún acá mañana. Ni sabemos si esa persona a quien no le
dijimos te quiero, a quien no besamos en la mejilla por temor a ser rechazados,
seguirá a nuestro lado.
No dejemos que las ocupaciones, el
orgullo, el miedo, la falta de confianza, y demás tonterías nos impidan ser
nosotros mismos. No dejemos que circunstancias ajenas nos repriman los
sentimientos. Vamos a ser cariñosos siempre, vamos a expresarnos.
Pienso que si queremos recibir cariño,
debemos empezar por darlo. ¿Te preocupa la respuesta? ¡Inténtalo! Ve cómo te
va, pero nunca te quedes pensando en un “qué si lo hubiese hecho”.
Después de todo, yo pienso que las
personas con apariencias más fuertes, las más secas, las menos expresivas, son
las que más sienten dentro de sí mismos, pero sólo temen abrirse un poco. Pueden tomarme a mí como ejemplo. Y si alguien así
te dice un te quiero o tiene un gesto cariñoso, ¡valóralo! Porque puede haberle costado mucho.
¡Disfrutemos del amor! No tendremos esa
oportunidad todos los días.
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