Desde
mi ventana hoy puedo ver la Luna. La noche está fría y en mis oídos suena Lady
Antebellum. A lo lejos hay muchas luces y edificios que reposan en silencio,
guardando dentro de ellos cientos de historias.
La ciudad deja de tener un sonido
fuerte y cambia de color gracias a la música que suena de fondo… pero el frío
sigue calando mis huesos.
Podría observar la noche entera este
panorama y tal vez inventar en mi mente mil relatos, imaginando cada uno de los
habitantes de este lugar, o tal vez pueda contarle a esa hermosa Luna mis
pensamientos.
¿Cuántos amores han nacido hoy?
¿Cuántos adiós se dijeron? ¿Será calculable la cantidad de lágrimas que ruedan
por mejillas esta noche? ¿Cuántas sonrisas cómplices se estarán compartiendo en
este momento?
Hay muchas preguntas… pocas respuestas.
Pero sólo una quisiera poder descifrar: ¿Habrá alguien, en algún lugar del
mundo, que esté pensando, como yo, en que aún hay esperanza en este planeta?
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