jueves, 28 de noviembre de 2013

Despertar soñado

Abro los ojos y los rayos de Sol están posándose en su mejilla. Tengo sueño aún, pero prefiero mantenerme despierta y ver su cara, imaginar qué sueña. Le doy un dulce beso en la mejilla, esperando no despertarlo y me escurro fuera de las sábanas.
Tomo su camisa y me siento sexy vistiéndola. Despeinada por una noche de pasión y de puntitas para no hacer ruido, lavo mis dientes y me miro incrédula al espejo. Sí, eres tú, despertando a su lado, me digo a mí misma.
Al salir, ha cambiado de posición pero sigue dormido. Sonrío y continúo el camino hacia la cocina. Jugo de naranja, tostadas y fruta fresca voy preparando con todo el amor del mundo porque sé que le encantará. El olor a café inunda el apartamento y espero que eso no lo haga volver aún de su sueño.
Me río sola sin creer lo que estoy viviendo. Es algo que siempre había soñado.
Regreso a la habitación y me abrazo a él desde su espalda. Le doy un sonoro beso en la mejilla. “Arriba, campeón, ya es tarde”. Se retuerce entre las sábanas e inesperadamente me toma con sus brazos, lanzándome a la cama.
Entre risas se va despertando. “Te amo”, me dice con los ojos llenos de alegría. “Y yo te amo a ti” y le abrazo fuerte, queriendo fundirme para siempre en ese momento.
“Arriba, que el desayuno está listo” y quejándose se mete a la ducha. Sirvo el desayuno en la cama y al regresar me mira sonriendo.
-¿Has hecho todo esto?
-Con todo mi amor.

Y juntos disfrutamos de una primera mañana juntos, esperando que se repita o que nunca se acabe.