miércoles, 22 de agosto de 2012

Trío amistoso


       Siempre fui de tener más amigos hombres que mujeres. Con ellos me sentía protegida, sin pensar en celos y evitaba chismes. Con el pasar de los  años, mi círculo de amigos se fue reduciendo, quedando a mi lado sólo los más importantes y verdaderos.
         Hoy soy la parte femenina de un trío amistoso, donde comparto con mis dos mejores amigos… o no, ellos en realidad son mis hermanos.
         Lo cierto es que en los últimos 8 años, nuestras ocupaciones nos han obligado a hacer de nuestras reuniones encuentros más casuales. Sé que a ellos no les gustará esta comparación, pero somos muy Sex and the city, sólo que en una versión más masculina y menos norteamericana.
         Cuando sentimos que debemos desahogarnos, una mesa repleta de comidas y bebidas se convierte en nuestro mejor escenario para exponer lo vivido en el tiempo en el que no nos hemos visto.
         Y eso fue lo que sucedió ayer y la razón por la cual estoy escribiendo esto. Es que ese día tocamos un tema para nada extraño entre nosotros: los desamores. Podría decirse que uno de ellos es muy femenino en cuanto a su manera de ver el amor, el otro, extremadamente masculino y yo… yo soy el punto medio que logra equilibrarlos.
         Uno cree que el amor ideal y de cuentos de hadas existe. El otro piensa que debemos hacer nuestra vida con alguien que si bien no nos hace la persona más feliz, al menos no nos da dolores. Y según mi punto de vista, debemos encontrar a alguien que aunque no represente al príncipe azul, sea quien te haga sacar lo mejor de ti.
         La situación es que analizábamos qué tanto podemos llegar a hacer por encontrar y mantener esa relación perfecta y las conclusiones no fueron nada alentadoras. ¿Qué es lo que está sucediendo con el amor? ¿Por qué se vuelve cada vez más difícil?
         Tal vez no es el sentimiento como tal, sino la manera cómo lo enfrentamos. Así que sentados en medio de una feria de comida, cabizbajos y con ganas de salir de nuestros límites, llegamos a creer que lo que necesitamos no son nuevos sentimientos, sino nuevas personas y nuevas maneras de ver la vida.
         Supongo que así es esto. Corres y corres por caminos distintos hasta que te das cuenta de que necesitas tener nuevos horizontes. Que ya te conoces estos. Que ya es hora de arriesgarte a buscar lo que no has tenido.
         Y como si de una terapia se tratase, al terminarse los tragos y los snacks, volvemos a la realidad para seguir enfrentando esto que llamamos vida, con la frente en alto y un trío de sonrisas ocultando las banditas en el corazón.

6 comentarios:

  1. excelente, yo también he tenido más amigos hombres que mujeres.. El amor es dificil pero es un sentimientos increible.. :)
    me gusto mucho tu entrada y tu blog esta muy lindo..
    te sigoo.. espero verte pronto por mi blog besos.. http://gesioz.blogspot.com

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  2. Muchas gracias, guapa :) Leeré tu blog. Un abrazo.

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  3. Genial haber encontrado esto casi que aleatoriamente... identificado con el relato, gracias por escribir : )

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  4. Gracias a ti por leerlo y dejar tu huella :)

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