domingo, 9 de septiembre de 2012

Te espero


         Dicen que no debemos esperar que llegue el amor, y tampoco buscarlo. Que llegará en su momento, pero que no sabes cuándo será ese día, ni tenemos un poco de idea de cómo hacer para que se apresure.
         Pero yo te espero. Te espero paciente y te confundo. Siempre te confundo entre ojos oscuros y barbas cuidadas. Creo encontrarte entre ilusiones y promesas incumplidas.
         Sin embargo, me doy cuenta de que no, no eres tú, que te tardas, que te tengo lejos aún. Que esperarte es complicado y que buscarte me deja un vacío aún mayor que el que ya sentía antes.
         Me hago dueña de finales felices de cada libro que me devoro y los pondré en tus manos para que me ayudes a traerlos a la realidad. Pero no estás, y aún así conservo mi esperanza intacta.
         Y me arreglo el cabello y me pinto de rojo amor los labios para ver si cuando aparezcas me reconoces. Sacudo las penas de mi ropa y me calzo de esperanzas, creyendo que en algún momento inesperado nuestras miradas van a cruzarse.
         No te conozco, pero te extraño. Y sé que estás lejos, lejos, lejos. En sueños, construyo puentes para acercarme a ti. Para que un día quieras cruzarlos.
         Dicen que no debemos esperar al amor, pero yo me visto cada noche esperando que algún día seas tú quien quiera desvestirme.

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