viernes, 15 de marzo de 2013


        No sé muy bien cómo empezar a escribir acerca de esto. Lo que sí tengo claro es que el tema hace un rato estaba rondando por mi cabeza y necesito dejarlo salir. ¿Han alguna vez aplicado en su vida eso de “déjalo libre y si regresa es tuyo”? Pues, de eso se trata.
         Siempre he pensado que no podemos asumir qué siente una persona si ésta no lo ha dicho con todas sus letras y no podemos pensar que otros sabrán qué hay en nuestros corazones si no lo expresamos. Bien, ahí comienza todo. Cuando no somos claros o no son transparentes con nosotros, solemos tomar vías que no siempre son las adecuadas. Por ejemplo, llevamos a nuestro objetivo al extremo para entonces poder obtener una respuesta, sin saber que justo en ese momento podemos perderlo todo.
         Se trata de arriesgar, es cierto. Pero, chicos, nunca, nunca, nunca, presionen a nadie. Si una persona no te ha dicho lo que siente o no lo ha dejado claro, debe tener sus razones. Si no ha comenzado una relación, tiene sus motivos. Pero no es lo ideal hacer jugadas tontas esperando que respondan de manera positiva.
         En este momento veo todo de una manera absolutamente distinta a hace unos meses: si quieres saber algo, pregúntalo. Si quieres expresar algo, hazlo. Si quieres terminar o empezar algo, ve a por ello. No esperes que sea la otra persona quien lo descifre en mensajes extraños. No, sé clar@ en todo momento.
         Hay momentos en los que imaginamos que la otra persona tiene consciencia de cómo nos sentimos, pero no recordamos que nunca se lo hemos hecho saber. Entonces tomamos actitudes erradas o los hacemos dar pasos adelante sólo por presión.   
         Esto lo digo por eso de pensar en dejar a alguien imaginando que te tomará de la mano y no te dejará escapar. No siempre sucede eso. Tu mano puede quedarse sola y tú arrepentid@ por haber tomado esa decisión.
         Cuando le dices a alguien que te vas, esa persona asume que no quieres estar a su lado. No va a adivinar qué es lo que sientes si no se lo dices. Eso de que si regresa es tuy@ son tonterías. Si es tuy@, no le dejes ir.
         Hay situaciones que aprendemos a los golpes o nunca las aprendemos. Necesitamos, incluso, llevar varias caídas para poder entenderlo. No seas tú una de esas personas. Si quieres a alguien contigo, gánate su amor. Sin presiones, sin apuros, todo tiene su proceso, todos nuestra manera de vivirlo y las cosas surgen de manera natural.
         Como lo dijeron hoy en un show de televisión que suelo ver: Muchas veces queremos ganarnos el amor, queremos encontrarlo, pero simplemente no sabemos cómo hacerlo.

PD: Ofrezco disculpas públicas a quienes he herido en algún momento de mi vida. Especialmente a ti, que no sé si aún lees estas líneas, pero a quien ya no me atrevo a dirigirme no por orgullo, sino por dignidad y por no querer silencios.

¡Vivamos el momento, que no sabemos si habrá un mañana! 

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